Última actualización: 10 abril, 2024
Seguro que alguna vez el pan o la mermelada tenía un poco de moho y has decidido quitarle la parte podrida y seguir comiendo el resto, antes de desechar todo el producto.
Pero ¿es seguro aprovechar ciertos alimentos, retirando ese moho? Según la Autoridad de Normas Alimentarias se recomienda no comer alimentos que estén podridos o que contengan moho ya que no existe una garantía de que se eliminen todas las toxinas.
Por otra parte hay excepciones. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, existen algunos alimentos que se puede comer una vez retirado el moho. Los alimentos blandos como la mermelada, frutos secos, frutas blandas, quesos blandos como el camembert o el brie, quesos azules como el roquefort o el cabrales deben desecharse mientras los alimentos secos como los productos cárnicos curados (quesos de pasta dura o las frutas y hortalizas firmes), se pueden consumir una vez retirado el moho.
Y la gran duda es: ¿qué nos puede producir la ingesta del moho? La ingesta del moho por si sola no causa ningún problema pero la toxina que se puede producir sí que puede causar problemas en el organismo a largo plazo: nefropatía, hepatits, ergotismo incluso cáncer esofágico, nos cuenta Lluís Riera, director de la consultora de seguridad alimentaria SAIA.
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