Última actualización: 10 abril, 2024
Con la vuelta a las aulas el próximo septiembre llega la preocupación sobre la seguridad de los comedores escolares con la Covid-19. Puede haber quien se pregunte si es seguro dejar que sus hijos permanezcan en el centro escolar también a la hora de comer o es preferible que coman en casa.
Las diferentes comunidades autónomas se comprometieron en junio a garantizar el transporte y el comedor escolar a los alumnos que lo necesiten adoptando todas las medidas de seguridad necesarias. Esto aplica tanto a colegios que cuentan con cocina propia como a los que recurren a un servicio de catering externo. A partir de este compromiso, cada comunidad autónoma establecerá medidas concretas de acuerdo con sus competencias en materia de educación.
Entre las medidas que se adoptarán, y que pueden cambiar según las necesidades de cada momento, están las de aplicar una serie de pautas de higiene y seguridad alimentaria para reducir contactos, además de las que ya hemos especificado anteriormente para situaciones de normalidad en este tipo de entornos.
Aunque ya se han publicado muchas noticias sobre esta cuestión, no está de más recordar que la actualidad no hay pruebas de que los alimentos y el agua potable puedan ser una fuente o una vía de transmisión de la Covid-19, según afirma la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en un estudio realizado por la Associació Catalana de Ciències de l’Alimentació. Aun así, cabe recordar que un trabajador infectado puede contaminar con el virus los alimentos que toque o las instalaciones donde los manipula si está infectado y se toca con las manos la cara o estornuda o tose encima de un alimento o una superficie.
El Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña presentó a principios de julio su plan de actuación, que afecta a espacios docentes, espacios de comedor, cocinas, espacio de cantinas, etc.
Además de las pautas generales que acabamos de detallar, el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya establece otras más concretas que enumeramos a continuación.
Las cantinas propias de institutos podrán funcionar como se prevé en el caso de los establecimientos de restauración corrientes, con las siguientes particularidades:
Los centros educativos que tengan cocina propia deberán seguir, además de las prácticas de higiene alimentaria ya descritas en posts como este, algunas adicionales que de hecho ya deberíamos aplicar, en muchos casos, en el día a día aunque no estuviéramos en alerta sanitaria:
Consultorías de seguridad alimentaria como SAIA colaboran en la elaboración de guías y protocolos de actuación en materia de seguridad alimentaria durante la pandemia por la Covid-19. Entre sus servicios se encuentran la formación y asesoría en medidas de seguridad e higiene para comedores escolares, así como la manipulación de alimentos, etiquetado, alergias e intolerancias etc. con el objetivo principal de identificar los puntos de control críticos en la cadena y minimizar o eliminar riesgos frente a la Covid-19.