Última actualización: 10 abril, 2024
A veces, te pones a cocinar un arroz y cuando preparas el fumet te das cuenta que te sobra caldo, ¿qué haces con él? Tirar ese líquido con sabor exquisito a marisco es un pecado, por eso la mejor opción es congelarlo. “Si haces bien el proceso podrás volver a utilizarlo para otra ocasión”, cuenta Alain Guiard, chef a cargo de la oferta gastronómica del Hotel Neri de Barcelona.
Es importante saber que todos los caldos y bebidas se pueden congelar. Sin embargo, cuánta más agua tenga el líquido, es mejor, ya que así no se pierden las vitaminas o propiedades que contiene, nos cuenta Lluís Riera e Íngrid Farré, director y técnica de la consultoría de seguridad alimentaria y del agua SAIA respectivamente.
Otro ejemplo de los líquidos que podemos dudar en congelar es la leche de coco, un ingrediente que dura muy poco en la nevera. Se puede meter en el congelador sin problema, aunque su congelación será muy lenta respecto a otros ingredientes, debido a las grasas que contiene, y una vez se descongele puede que queden grumos, nos comentan en SAIA.
Las salsas de la carne, fricandó, y pesto también se pueden congelar. Es importante controlar el proceso de cocinado de las salsas: evitar alteraciones de temperaturas, malos olores del electrodomésticos, controlar que el recipiente sea hermético… Lo mismo sucede durante el proceso de descongelado: lo más recomendable es dejar el líquido reposar en la nevera durante 24 horas antes de ser utilizado, nos cuenta Alain Guiard, experto en salsas y caldos gourmet.
Hay que tener en cuenta a la hora de congelar un líquido que no debe llenarse del todo el recipiente, ya que con el frío se expande. Riera y Farré nunca congelarían las bebidas con gas porque las burbujas se rompen y al romperse quedan atrapadas por los estabilizantes que contienen. En lo que concierne al vino, Guitard explica que si se congela pierde las propiedades organolépticas
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