Se me ha caído al suelo… ¿Me lo puedo comer?: SAIA lo desvela en ‘RAC1’

9 diciembre, 2019
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Se me ha caído al suelo… ¿Me lo puedo comer?: SAIA lo desvela en ‘RAC1’

Última actualización: 28 febrero, 2024

Tiempo de lectura: 3 minutos

Cualquier alimento que ha caído al suelo (si no se trata de una superficie muy limpia y desinfectada) se contamina: en el suelo hay suciedad, hemos pisado la calle, allí hay cualquier tipo de microorganismo, y a los microorganismos les gusta la comida, tal como nos cuenta Lluís Riera, especialista en seguridad alimentaria de la consultora SAIA.

Ahora bien, hay algunos factores condicionantes de la cantidad de microorganismos contaminantes que pasan a la comida si se cae al suelo.

  • El tipo de alimento. Los alimentos proteicos se contaminan más que otros. No es lo mismo que se te caiga al suelo un poco de jamón dulce o de queso (proteicos), que un trozo de pan.
  • El tiempo de exposición a la bacteria. Hay que dejar claro que con sólo tocar el suelo el alimento se contamina, pero también hay que tener presente que, cuanto más tiempo pase en el suelo, más se contamina. Pero no sólo eso: además, cuanto más tiempo pase desde que se cae al suelo hasta que nos lo comemos, es peor. Y es que a medida que pasa el tiempo, los microorganismos se multiplican. Es decir, no es lo mismo que se te caiga un trozo de jamón al suelo y te lo comas en un segundos (no recomendable), que si nos lo comemos al cabo de media hora (aún peor).
  • La temperatura de exposición a la bacteria. En épocas de calor, más probabilidad de contaminación con microorganismos. Es decir, no es lo mismo que ingieras un alimento del suelo en una habitación que está a 10 grados que a una que está a 30 (aunque nunca sea recomendable comerlo).
  • La higiene del suelo. No es lo mismo que se nos caiga algún alimento en el suelo de la cocina que en la calle. Ahora bien, también es cierto que no es lo mismo un suelo limpiado que desinfectado con lejía. Sólo se eliminan los microorganismos con esta segunda opción, aunque hay que tener cuidado con la contaminación por los químicos de la lejía.

Hay que tener presente que, así como la calle es la opción más contaminada, los zapatos también están contaminados, y estos microorganismos pasan a todos los suelos donde pisamos con los zapatos de la calle, explica Riera. En las cocinas profesionales y los caterings, por ejemplo, si vas a hacer una visita, te hacen poner patucos. En estas zonas sí que está todo desinfectado, y por tanto si cayera algún alimento no sería grave.

¿Qué pasa pues con la mítica regla de los cinco segundos durante los cuales se supone que no se contamina un alimento cuando cae al suelo? Ni cinco, ni dos, ni tres. Una vez un alimento toca el suelo, ya está contaminado, asegura Riera.

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