Requisitos de la agricultura ecológica

18 enero, 2018
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Requisitos de la agricultura ecológica

Última actualización: 18 abril, 2024

Tiempo de lectura: 12 minutos

A pesar de que se ha popularizado en los últimos años, la agricultura ecológica hace más de medio siglo que existe como la conocemos. Se trata, por lo tanto, no de una moda pasajera sino de una reacción a los efectos de la agricultura de mercado, que genera excedente mediante:

  • productos químicos obtenidos artificialmente como pesticidas, antibióticos y fertilizantes que aumentan la producción y aseguran la cosecha (con resultado de suelos menos fértiles, falta de bienestar animal, empeoramiento de la calidad del agua y otros perjuicios para el medio ambiente),
  • la desestimación de las variedades sin salida en el mercado (provocando así la desaparición de variedades autóctonas),
  • las modificaciones del paisaje para el cultivo extensivo (roturación de bosques, etc.),
  • tecnificación de las actividades agrícolas (sin medir los efectos sobre la población y el entorno natural), etc.

La agricultura ecológica nace como respuesta a estos efectos, buscando el abastecimiento con el mínimo impacto del ser humano en el medio ambiente y la sociedad. Para garantizarlo, los requisitos de la agricultura ecológica incluyen, entre otros, la restricción de los productos químicos, la elección de especies que se adapten a las condiciones locales y la prohibición de la modificación genética de los organismos. En el caso de la ganadería ecológica los requisitos también incluyen los sistemas al aire libre de campo abierto y alimentación con alimento orgánico, etc. Los ampliaremos más adelante en este post.

Origen de la agricultura ecológica

Tras la primera y la segunda guerra mundial, la indústria química de guerra encontró en la agricultura una forma de aplicación del excedente de productos y subproductos químicos derivados de la fabricación de explosivos y otro material bélico, en forma de fertilizantes, herbicidas y plaguicidas. Esto mejoró la productividad de la agricultura y facilitó la recuperación económica y social en la posguerra. En el contexto de esta revolución, llamada Revolución Verde, también se impulsaron nuevas tecnologías que permitieron mecanizar muchas de las actividades agrícolas y reducir la necesidad de mano de obra.

Estos cambios en la agricultura favorecieron el abastecimiento de la población del primer mundo, acabando con las hambrunas y generando excedente para exportación, pero a la vez supusieron modificaciones drásticas del paisaje, falta de bienestar animal, incidencia en la biodiversidad, cambios en socioeconómicos muy rápidos, etc.

De ahí surge la voluntad de volver a las raíces de la agricultura tradicional, aplicando conocimientos de I+D adquiridos desde hace años atrás.

La agricultura ecológica busca proporcionar al consumidor alimentos frescos, sabrosos y auténticos respetando los sistemas naturales del ciclo de vida.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la agricultura ecológica no es la solución a todos los problemas de la agricultura de mercado, y además requiere seguir una serie de pautas de manipulación de alimentos, que también examinaremos en este post.

Certificación europea de productos ecológicos

La legislación sobre producción y etiquetado de productos ecológicos en la Unión Europea se recoge en el reglamento (CE) No. 834/2007 del Consejo de 28 de junio de 2007. En él se establecen los requisitos generales de la producción de productos ecológicos y los que permiten exhibir el logo comunitario acreditativo de alimento ecológico.

El uso del logotipo y el etiquetado correcto es obligatorio para todos los alimentos ecológicos preenvasados ​​producidos dentro de la Unión Europea. En ciertos casos, también es posible usarlo de forma voluntaria. Esto significa que los alimentos orgánicos no preenvasados ​​producidos dentro de la UE o los productos orgánicos importados de terceros países podrían exhibir el nuevo logotipo. Además de este logotipo, los productos ecológicos deberán informar en su etiqueta del lugar donde se ha cultivado la materia prima agrícola utilizada en su elaboración y un número de código de las autoridades de control.

Sólo si se cumplen todos los requisitos de la agricultura ecológica, de los que detallamos los más importantes a continuación, un producto podrá llevar el logotipo de la Unión Europea conforme es ecológico. Los productos a base de varios alimentos podrán llevar el logotipo si más de un 95% de su composición proviene de agricultura ecológica.

Requisitos de la agricultura ecológica dentro de la UE

El reglamento (CE) No. 834/2007 del Consejo de 28 de junio de 2007 establece una serie de normas para que se considere que un alimento reúne los requisitos de la agricultura ecológica. Algunas de ellas son:

  • Prohibición de utilizar organismos modificados genéticamente
  • Prohibición de utilizar radiaciones ionizantes
  • Uso de prácticas de labranza y cultivo respetuosas con el suelo
  • Uso de la rotación de cultivos para que los recursos en el sitio se utilicen de manera eficiente
  • Restricción severa de los pesticidas químicos, los fertilizantes sintéticos, los antibióticos y otras sustancias
  • Priorización de los recursos producidos en el sitio, como el abono de la propia granja para fertilizantes o piensos producidos en la misma explotación agraria
  • Elección de especies y variedades apropiadas que se adapten a las condiciones locales y resistan a los parásitos y a las enfermedades

En el caso de la ganadería existen más requisitos relacionados con la alimentación, la crianza y la reproducción.

Además, cada eslabón de la cadena de suministro (procesamiento de alimentos, la distribución y la venta al por menor) debe tener como objetivo ofrecer los beneficios de la producción de alimentos ecológicos. Los procesadores orgánicos y, por extensión, los comercializadores y distribuidores de alimentos, tendrán los mismos objetivos que los agricultores orgánicos, a saber, la provisión de alimentos procesados ​​frescos y auténticos diseñados para respetar la naturaleza y sus sistemas.

Convertirse en productor de alimentos ecológicos

Para empezar a producir alimentos ecológicos, lo primero es adherirse a los principios de la agricultura ecológica, establecidos en el reglamento de la Comisión Europea.

El punto de partida es adquirir o alquilar una parcela agrícola, ya que los requisitos de la agricultura ecológica están centrados en el suelo agrícola. Es necesario contar con formación y/o experiencia en agricultura, ya que esta actividad requiere compromiso y conocimientos. Como agricultores, será nuestra responsabilidad poder garantizar:

  • Unas mejores prácticas ambientales
  • Un alto nivel de biodiversidad
  • Preservación de los recursos naturales
  • Altos estándares de bienestar animal

Estos principios principales deben traducirse en métodos concretos de producción, como rotaciones de cultivos plurianuales, el uso de estiércol de ganado como fertilizante y el cultivo de lo que la granja puede rendir de forma natural. Además, es muy importante fomentar la resistencia natural a plagas y enfermedades tanto en cultivos como en ganado. Es recomendable disponer de hábitats adecuados para el beneficio de los animales que ayuden a controlar las plagas de forma natural (unas buenas condiciones de vida ayudan a no contraer enfermedades, por ejemplo). También es importante garantizar el acceso a alimentos de calidad y pasto al aire libre para mantener la salud de los animales.

Antes de iniciar la actividad como agricultores ecológicos, el Ministerio de Agricultura podrá proporcionar información sobre las medidas de apoyo disponibles y asesoramiento en general. También podemos recurrir a una consultoría de seguridad alimentaria homologada para que nos proporcione un seguimiento, y así asegurarse de antemano de que se superarán los controles establecen si la producción cumple con los estándares.

Los agricultores ecológicos son controlados una vez al año para asegurarse de que cumplen los requisitos de la agricultura ecológica y, si es así, los productos pueden llevar el logotipo orgánico de la Unión Europea.

En la mayoría de casos serán necesarios cursos de formación (un curso de conversión a la producción ecológica para trabajadores del sector dura unas 40 horas) e incluso estadías en prácticas en granjas ecológicas certificadas.

Hay que ser consciente de que se requiere un periodo de transición de dos años antes de que un producto se pueda comercializar como ecológico, ya que se requiere que los cultivos se hagan en terrenos que no hayan sido tratados con productos restringidos durante un periodo de tiempo determinado. Por eso, si ya se dispone del terreno para llevar a cabo la actividad, es importante investigar la historia de esa tierra, para conocer las sustancias utilizadas para tratar el suelo y las plantas en los últimos años. Si o se dispone de esa información, será necesario pedirla a los que han hecho uso de ese terreno anteriormente.

En el ámbito de la ganadería, hay que hacer una progresión a la alimentación 100% ecológica, sin suplementos y sin medicamentos, etc.

¿Son estos alimentos más seguros y saludables?

Se dice a menudo que los alimentos ecológicos son más nutritivos y sabrosos, y también más saludables, al contener menos químicos. Sin embargo, no hay pruebas suficientes en la literatura médica para respaldar la tesis de que los alimentos que reúnen los requisitos de la agricultura ecológica son más seguros o más saludables que los alimentos cultivados de forma convencional. Si bien es cierto que puede haber algunas diferencias en los contenidos de nutrientes y antinutrientes de los alimentos producidos de forma orgánica y convencional, la naturaleza variable de la producción y manipulación de alimentos dificulta la generalización de los resultados.

Tampoco existen estudios que permitan generar conclusiones fiables sobre las tesis inversas, que los alimentos ecológicos pueden ser caldo de cultivo de algunos patógenos por no tratarlos con químicos.

El consumo de alimentos de agricultura ecológica se sustenta en una conciencia medioambiental concreta, más que en evidencias en cuanto a su mayor sabor, valor nutricional o seguridad alimentaria adicionales. Y de hecho, este consumo no es, por sí solo, bueno, o consumir productos derivados de agricultura convencional es, por sí solo, malo.

Por ejemplo, elegir verduras ecológicas empaquetadas con doble envase desvirtúa el propósito de la agricultura ecológica, mientras que las verduras convencionales constituyen, si las compramos a granel en un envoltorio biodegradable, un granito de arena para la preservación del medio ambiente.

Por otro lado, consumir productos ecológicos de lugares lejanos implica un gasto en combustible para su transporte que no será respetuoso con el medio ambiente como lo puede llegar a ser un producto de proximidad, aunque sea de agricultura convencional.

Además, si compramos un pastel de chocolate hecho con productos ecológicos, por sostenibles que sean los ingredientes que lleve, no dejará de llevar una gran cantidad de azúcar, que no será lo mejor para nuestra salud.

Manipulación de productos de agricultura ecológica

Ha habido varios casos de toxinfección Salmonella y E. Coli que se han relacionado con el carácter ecológico de los alimentos consumidos, a causa de la restricción de productos químicos que tienen por objetivo prevenir patógenos como este.

En palabras de Lluís Riera, director de SAIA: “Si bien es verdad que un alimento ecológico suele tener más microorganismos (peligros biológicos) y que nos pueden provocar una toxinfección alimentaria a corto plazo, estos no acumulan fitosanitarios (peligros químicos) que acumulamos en nuestro organismo y están relacionados con otras enfermedades a largo plazo”.

Aunque finalmente los estudios no han establecido una relación causal clara entre ambas variables, sí merece la pena recordar que los requisitos de la agricultura ecológica hacen que sea necesario seguir pautas de manipulación de alimentos por lo menos tan estrictas como las de los productos de agricultura convencional. Algunas de ellas son lavar las verduras con abundante agua y lejía de uso alimentario y si es necesario restregar con un cepillo, y llevar la trazabilidad de los productos ecológicos por separado de los productos convencionales.

Además, también conviene recordar que algunos productos ecológicos tienen una vida más corta que los productos de agricultura convencional, por la restricción en el uso de productos químicos que retrasan la intervención de microorganismos que estropean la comida. Eso determinará nuestras pautas de manipulación, como el etiquetado o el estante de la nevera o el congelador donde los almacenemos.

Más información en:

«Preguntas y respuestas frecuentes sobre agricultura ecológica». Ministerio de agricultura
«La agricultura ecológica en Europa» (infografía). Web oficial de la UE
«La agricultura ecológica en la UE y el mercado mundial» (infografía). Web oficial de la UE
«Apoyo a los productores ecológicos en Europa» (infografía). Web oficial de la UE
«¿Deben lavarse los productos orgánicos?» (en inglés). The Guardian
«No te preocupes, es ecológico» (en inglés). The Royal Society of Chemistry, Reino Unido
«Brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos asociadas con alimentos ecológicos en los Estados Unidos.» (en inglés). National Center for Biotechnology Information, EEUU