Última actualización: 28 febrero, 2024
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¿Sabias que cada año se desperdician 1.700 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo? Una correcta manipulación de las sobras es clave para no desechar comida innecesariamente, y también para evitar ingerir preparaciones en mal estado que puedan causarnos intoxicaciones alimentarias.
Si cocinamos más cantidad de comida de la que vamos a consumir en el momento es importante seguir unas pautas de conservación y almacenamiento:.
- Debemos dejar que se enfríen un poco y meterlas en la nevera o en el congelador cuanto antes para evitar que pasen más tiempo de lo necesario en la zona de peligro. Es decir, en un ambiente de entre 4-65 grados nos cuenta Lluís Riera, licenciado en Química y Ciencia y Tecnología de la Alimentación y director de la Consultoría SAIA.
- Esta temperatura es ideal para la proliferación de microorganismos que pueden dañar nuestras preparaciones y también enfermarnos. En ocasiones el sabor, el olor y el aspecto es insuficiente para saber si la comida está en mal estado. Por ello es recomendable no dejarla a temperatura ambiente más de 1-2 horas, dependiendo de la época del año.
- Debemos ser especialmente cuidadosos con alimentos crudos, preparaciones con huevo, con proteína o con líquido, donde es más fácil que los microorganismos campen a sus anchas. En los cocidos con carne tipo escudella se extienden rápidamente. En cambio, si se trata de salsas con huevo crudo, tortillas de patatas poco cuajadas o restos del plato donde hemos comido, directamente es mejor no guardarlo. Sobre todo en verano, cuando las temperaturas son más altas.
- Para enfriarlos más rápido, podemos sumergir el envase donde almacenemos las sobras en agua fría, así bajará la temperatura enseguida.
- Una vez se enfríen, también es esencial almacenarlas adecuadamente en recientes herméticos (no importa si son de plástico o de cristal) aptos para almacenar alimentos y adecuados para conservar en nevera, información que puede consultarse en los iconos impresos en las paredes del envase.
- Y cuántas veces podemos recalentarlas? Solo una vez. Es importante exponer los alimentos lo menos posible a la zona de peligro. Su proliferación se ralentiza al refrigerar la comida, pero con el calor vuelven a activarse. Es decir, cuántas más veces repitamos esta operación, mayor será la carga de bacterias.
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