Última actualización: 23 diciembre, 2023
Hace unos días la cadena de supermercados Día retiró latas de atún que contenían la toxina botulínica. Esta toxina es generada por la bacteria “el Clostridium botulinum” que se encuentra en los intestinos de los animales, abajo la tierra del campo y lugares con poco oxígeno, nos cuenta Lluís Riera, experto en seguridad alimentaria de la consultora SAIA.
Si ingerimos esta bacteria podemos contraer la denominada enfermedad del botulismo. Se trata de una toxiinfección alimentaria poco frecuente pero puede tener consecuencias graves ya que puede llegar a afectar el sistema neuromuscular y provocar una parálisis progresiva de la musculatura. La toxina botulínica actúa como el bótox ya que paraliza pero no es lo mismo paralizar un nervio o una arruga de la ara que se te paralice el cuerpo por dentro. El botulismo es una de las bacterias más peligrosas aunque es mortal sólo en el 5-10% de los casos.
Los alimentos que pueden contener la toxina son las conservas, especialmente las caseras, ya que no se garantiza una esterilización como la industrial, los alimentos al vacío (como los ahumados o los embutidos), o la miel, nos cuenta Riera. Las señales que indican que una conversa (de lata o de vidrio) puede contener botulismo son
Recordemos que las conservas en casa, siempre se deben hervir al baño María (con los alimentos dentro del bote), y después se han de cerrar los botes siempre en caliente, para que haga el vacío. En el caso que se cierre el bote en frío es el problema ya que no estás garantizando la esterilidad al no tener las manos limpias, nos cuenta Riera.
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