Última actualización: 28 febrero, 2024
Además de los petardos, la otra característica de la noche de San Juan son las cocas. En internet está lleno de recetas para poder hacerlas en casa. Si estás decidido a hacerlas tú mismo, ¡adelante! no seremos nosotros quienes te saquemos la idea de la cabeza. Pero sí que te daremos una serie de consejos que no serán para que te quede más buena pero sí para que sean seguras desde el punto de vista alimentario. No seguir ciertas pautas puede hacer que tengas un susto.
De todas las variedades de cocas, hay dos con las que debemos tener especial cuidado: la de nata y la de crema. Estos dos ingredientes contienen una cantidad elevada de proteína y esto les hace especialmente sensibles a las bacterias. Sobre todo con el calor. Por tanto se debe tener una serie de precauciones para evitar toxiinfecciones. Básicamente, si somos nosotros que queremos hacerla ya que, como explicamos más adelante, las pastelerías toman una serie de precauciones y tienen unos procesos que hacen que sea prácticamente imposible sufrir una toxiinfección.
Como ya explicamos en este artículo que recoge RAC1, “las tortas de crema más peligrosas son las rellenas, no las típicas que sólo llevan algo de crema por encima que se ha horneado con la coca. La crema que se utiliza para poner encima, como va al horno, es liofilizada, y por tanto tiene menos riesgo en origen. En cambio, la de rellenar suele ser mejor, y se hace con ingredientes habitualmente frescos, como es el huevo”.
Si haces la coca en casa, debes seguir las normas básicas de seguridad alimentaria:
La torta debe estar en la nevera hasta el momento de consumirla y una vez lo hagamos, debemos evitar que esté fuera de la nevera mucho rato. Sabemos que en San Juan mucha gente se desplaza así que desde SAIA recomendamos que si la coca estará rato fuera de la nevera (en el coche por ejemplo) se opte por hacer cocas que no sean de nata o crema. Si la quieres hacer de crema, para minimizar riesgos, otros dos consejos: Utilizar crema hecha a partir de huevo liofilizado o huevo líquido pasteurizado y, como decíamos antes, evitar la crema rellena: es decir, que sólo vaya por encima.
Hoy en día es prácticamente imposible (por no decir del todo imposible) que una pastelería que sigue las normas establecidas pueda provocar una intoxicación masiva a través de las cocas de San Juan. Muy lejos queda el caso de la pastelería de Torroella de Montgrí, en Catalunya, donde unas cocas en mal estado provocaron una afectación a 650 personas. Cerca de una treintena fueron hospitalizadas y alguna de ellas presentó un cuadro grave. Se han tomado muchas medidas y se han establecido muchos protocolos para que esto no vuelva a ocurrir.
Desde SAIA hemos hablado con Olivier Fernández que es el Gerente del Gremio de Pasteleros de Cataluña. Olivier nos asegura que los “procesos a los que está sometido el oficio de pastelero son muy estrictos, no sólo en cuanto a la elaboración de las cocas de Sant Joan. Se utilizan productos de mucha calidad y los que presentan algún riesgo como el huevo, se pasteurizan”. Además, hay que recalcar como dice Fernández que las cocas entran en el horno y se cuecen durante un espacio de tiempo largo a 180 o 190 grados. A pesar de la seguridad del producto, debemos ser sensatos: como haríamos con cualquier otro alimento, no debemos dejarlo expuesto al sol a temperatura ambiente toda una tarde porque se estropearía como cualquier otro producto. Las cocas de pastelería, finaliza Olivier Fernandez, “son además de muy buenas, muy seguras y es la mejor manera de garantizar una velada tan especial como la noche de San Juan”.
¡Sólo nos queda desearos que disfrutéis de la noche más corta del año!