Última actualización: 28 febrero, 2024
– Es una de las principales conclusiones del estudio de la consultora en seguridad alimentaria SAIA, que ha analizado 150 restaurantes tanto cadenas como independientes.
– El dato más preocupante es que sólo el 11% de los restaurantes estudiados informa de los alérgenos en sus cartas sin cometer errores.
– La normativa que obliga a informar al consumidor sobre los alérgenos entró en vigor en diciembre de 2014.
Han pasado 6 años y muchos restaurantes siguen sin ajustarse a la normativa relativa a la información alimentaria que deben ofrecer al consumidor en materia de alérgenos. Existen más de 150 alérgenos, pero la ley, que entró en vigor el 13 de diciembre de 2014, exige que se declaren obligatoriamente sólo 14 que son los que más alergias e intolerancias provocan. La normativa señala que esta información debe darse de forma clara antes de la venta del producto. Si no se encuentra en la propia carta y/o menú se deberá señalar dónde y cómo pueden obtener la información los consumidores.
El hecho de que la mayoría de los restaurantes tengan sus cartas digitalizadas para el servicio a domicilio ha facilitado el estudio que se ha centrado en una muestra de 150 restaurantes tanto pertenecientes a cadenas como independientes. De las 150 cartas analizadas, sólo 17 (11,3%) tienen la información de los alérgenos perfecta . Eso significa que, además de ofrecer la información, no se han detectado errores en la carta. Errores que sí hemos visto en 32 de las cartas analizadas que sí que ofrecen la información. Fallos tan claros como no indicar que un helado de avellana contiene “frutos secos” o no avisar del contenido de soja en una pasta con tofu.
Pero el dato más preocupante es que casi la mitad (74) de los restaurantes analizados ni contiene la información sobre alérgenos en la carta ni tan siquiera avisan de que la disponen. El resto, 18 establecimientos, no adjuntan la información en la carta pero sí advierten de que disponen de esa información. Hoy en día, que se pide mucha comida online es fundamental disponer de esta información, si no es en la carta, en algún lugar de la web del restaurante para que el consumidor pueda consultar los alérgenos fácilmente.
Las personas con alergias graves deben ser extremadamente cuidadosas con los alimentos que consumen ya que pueden producir una reacción exacerbada en su sistema inmunológico. En algunos casos, consumir accidentalmente estos alimentos puede comprometer la vida de las personas que padecen dichas alergias. Las alergias e intolerancias alimentarias son un tema importante en la seguridad alimentaria y la industria alimentaria debe procurar ayudar a aquellos que sufren alergias a seleccionar una dieta fiable.
El objetivo de este estudio es concienciar al colectivo de la restauración de la importancia de incluir esta información y de hacerlo correctamente para evitar algún problema de salud.
ANEXO I: Estadísticas sobre 150 restaurantes de Barcelona
Tipología de restaurante
|
Información correcta | Errores en los alérgenos informados | No dispone de la info ni de mención a ella |
Informan que tienen la info aunque no la dan en la web |
42 cadenas |
24% |
31% | 26% |
19% |
108 independientes |
6,5% |
17,6% |
58,3% |
17,6% |
150 global | 11,33% | 21,33% | 49,33% |
18% |
ANEXO II Listado de las 14 sustancias o productos que causan alérgias o intolerancias de las cuales se deberían informar según exige la ley
1.- Cereales que contengan gluten, a saber: trigo (como espelta y trigo khorasan), centeno, cebada, avena o sus variedades híbridas y productos derivados, salvo:
a) jarabes de glucosa a base de trigo, incluida la dextrosa (1);
b) maltodextrinas a base de trigo (1);
c) jarabes de glucosa a base de cebada;
d) cereales utilizados para hacer destilados alcohólicos, incluido el alcohol etílico de origen agrícola.
2.- Crustáceos y productos a base de crustáceos.
3.- Huevos y productos a base de huevo.
4.- Pescado y productos a base de pescado, salvo:
a) gelatina de pescado utilizada como soporte de vitaminas o preparados de carotenoides;
b) gelatina de pescado o ictiocola utilizada como clarificante en la cerveza y el vino.
5.- Cacahuetes y productos a base de cacahuetes.
6.- Soja y productos a base de soja, salvo:
a) aceite y grasa de semilla de soja totalmente refinados (1);
b) tocoferoles naturales mezclados (E306), d-alfa tocoferol natural, acetato de d-alfa tocoferol natural y succinato de d-alfa tocoferol natural derivados de la soja;
c) fitosteroles y ésteres de fitosterol derivados de aceites vegetales de soja;
d) ésteres de fitostanol derivados de fitosteroles de aceite de semilla de soja.
7.- Leche y sus derivados (incluida la lactosa), salvo:
a) lactosuero utilizado para hacer destilados alcohólicos, incluido el alcohol etílico de origen agrícola;
b) lactitol.
8.- Frutos de cáscara, es decir: almendras (Amygdalus communis L.), avellanas (Corylus avellana), nueces (Juglans regia), anacardos (Anacardium occidentale), pacanas [Carya illinoensis (Wangenh.) K. Koch], nueces de Brasil (Bertholletia excelsa), pistachos (Pistacia vera), nueces macadamia o nueces de Australia (Macadamia ternifolia) y productos derivados, salvo los frutos de cáscara utilizados para hacer destilados alcohólicos, incluido el alcohol etílico de origen agrícola.
9.- Apio y productos derivados
10.- Mostaza y productos derivados.
11.- Granos de sésamo y productos a base de granos de sésamo.
12.- Dióxido de azufre y sulfitos en concentraciones superiores a 10 mg/kg o 10 mg/litro en términos de SO2 total, para los productos listos para el consumo o reconstituidos conforme a las instrucciones del fabricante.
13.- Altramuces y productos a base de altramuces.
14.- Moluscos y productos a base de moluscos.
El periodista Iker Morán de la LA VANGUARDIA ha hecho eco de nuestro estudio y lo ha publicado en el apartado «Tendencias del Comer» el día 19 de enero puedes leerlo aquí.