Última actualización: 28 febrero, 2024
No hay desprovechar la piel de las frutas y verduras aunque hay excepciones. Cuando cogemos una manzana, zanahoria o pera solemos agarrar un cuchillo para quitar la piel que envuelve al fruto, pero esto no es más que un desaprovechamiento, porque en la piel de estos alimentos se encuentran numerosos macronutrientes.
El contenido de vitaminas en la fruta desciende desde la piel hasta el centro del alimento. Además, se pierde gran contenido en fibra al desechar la piel de frutas y verduras que nos ayudan a mantener una microbiota intestinal y un sistema inmunitario fuerte, nos cuenta Luis Riera, director general de la consultora de seguridad alimentaria SAIA.
La cáscara de manzana contiene quercetina, un flavonoide con distintas funciones antidiabéticas y antioxidantes, y fibra que evita el estreñimiento. La piel también contiene ácido ursólico que es muy positivo para la masa muscular.
Otro ejemplo son las berenjenas, cuya piel contiene Nasunina, un fitonutriente y potente antioxidante que ayuda a reparar el daño celular.
Pero antes de tomar la fruta con piel hay que tener especial cuidado en haberla desinfectado, además de prestar atención a aquellas que brillan mucho ya que son piezas a las que les ponen cera para que así sean más atractivas para el consumidor, pero tiene el inconveniente que hace que la cáscara sea menos consumible, dice Luis Riera. Por este motivo, muchos recomiendan consumir fruta ecológica.
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